miércoles, mayo 19, 2010

Etica de los abogados, escribanos y otros curiales

¿Cuáles son las particulares obligaciones de un abogado?

Primera, debe bajo de culpa defender las causas de los pobres, no sólo en necesidad extrema, sino también en la grave. En la primera aunque sea con grave incomodo propio, y con leve lo estará aun en las comunes; a la manera que dijimos de los ricos en orden a dar limosna.

Segunda, no tomar a su cargo las causas injustas, y si tomó alguna, que al principio juzgó justa o más probable, en conociendo su error debe abandonarla, manifestando a su parte su injusticia; y no lo haciendo, queda en obligación de restituir los daños causados a ambos litigantes.

La tercera, que no manifieste a la otra parte los secretos de la suya, a no ser en alguna gravísima causa capital o de fama preclarísima, queriéndola defender injustamente el acusador.

La cuarta, que sepa bajo de culpa grave, y con obligación de restituir los daños, que se sigan de su ignorancia, lo que es necesario para desempeñar su oficio. Esto es común al Juez, procurador, relator, y a todos los que tengan a su cargo algún ministerio.

La quinta, que donde tuviere salario asignado por las leyes, no pueda recibir más, bajo la obligación de restituir el exceso, y donde no estuviere tasado su salario, se acomode al natural, justo, y moderado, según la calidad del negocio. Si empezada la defensa de la causa, no puede proseguir en ella, sólo podrá recibir el salario pro rata de su trabajo. Si el abogado se conviene con algún magnate en un tanto anual por la defensa de todas las causas, que al año le ocurran, podrá recibir el precio convenido, aunque no haya ocurrido causa que defender; así como el médico puede hacer lo mismo respecto de su salario anual, aunque en el pueblo haya habido pocos o ningún enfermo. Omitimos otras obligaciones de los abogados, que pueden verse en los AA. que tratan más de propósito esta materia, contentándonos con amonestarles procuren en cuanto les sea posible evitar pleitos, pues como dice el Eclesiástico cap. 28. Abstine a lite, et minues peccata.

¿Cuáles son las obligaciones de los escribanos, secretarios y notarios?

Que lo primero están obligados a guardar toda verdad, y fidelidad; alias serán perjuros. Lo segundo deben estar instruidos en lo que es necesario para desempeñar sus oficios; de lo contrario pecarán contra justicia con obligación de restituir los daños seguidos de su culpable ignorancia. Lo tercero deben con toda diligencia extender los originales, perfeccionarlos, y guardarlos con todo cuidado; ni pueden ocultarlos, sino manifestarlos a la parte cuando los pida justamente. Lo cuarto están obligados a no manifestar a la parte los decretos, antes de firmarlos el Juez. Lo quinto, no pueden formar el testamento de ningún amente, o que no esté en sano juicio; ni instrumento alguno falso, usurario, o injusto. Lo sexto, no pueden recibir más salario, que el que está prescrito por las leyes.

¿Qué obligaciones tienen los procuradores?

R. Que los procuradores se reputan como unos coadjutores de los abogados; y así lo que dijimos de estos, puede en su proporción aplicarse a los procuradores. Deben pues estos tener la instrucción suficiente de las cosas de su oficio; que deben ejercer con toda solicitud y diligencia, pidiendo los términos justos para la prueba, mas no los impertinentes, que sólo sirven a estancar los asuntos: deben apelar cuando convenga: no admitir causas injustas; ni menos probables, que la opuesta: guardar toda verdad: despachar las causas por su orden: no inducir a las partes a ninguna concordia inicua, aunque sí a la que sea justa, y conforme a la equidad y paz: no jurar en nombre de la parte sin su expreso consentimiento, e informe: finalmente deben ejercer su oficio fiel y diligentemente; de lo contrario pecarán contra justicia, con obligación de restituir.

¿Cuáles son las obligaciones de los relatores?

R. Que los relatores, que son los que delante de los jueces hacen relación de las causas, están obligados a leer con atención el proceso, y referir con distinción, y claridad lo que en él se contiene; de manera que si omiten alguna cosa substancial, o favorecen más a una parte que a otra, pecarán gravemente con obligación de restituir. También les está prohibido recibir dinero, ni regalo de las partes.

¿Cuándo pecarán en sus oficios los alguaciles o ministros ejecutores del Juez, o república?

R. Que pecarán, si no guardan el juramento: si no ejecutan fielmente los mandatos del Juez; como cuando les manda prender a alguno, y ellos dejan de hacerlo con la esperanza de algún interés, o por él le avisan para que huya: si dando vuelta por las casas tratan con aspereza a los vecinos: si les hacen alguna violencia o agravio sin mandato del Juez: si no son fieles, y veraces con éste, y con la república. Finalmente no les es lícito recibir regalos ni dones, que puedan apartarlos de los trámites rectos de la justicia. Si faltan en cosa grave pecarán mortalmente, con obligación de restituir.

Los oficios de que hemos tratado en todo este Capítulo son peligrosos para muchos, no porque sean malos en sí, sino por la facilidad con que se abusa de ellos. Deben pues los que los sirven mirar antes por el bien de la república, que por el interés propio, no atender en el desempeño de su oficio a lo que hacen otros, sino a lo que deben hacer ellos, observar fielmente las leyes, en especial aquellas, en que se tasa el justo precio de su trabajo, y no dar entrada en su corazón al vicio infame de la codicia. No haciéndolo así corre peligro su salvación, por hallarse en sus oficios rodeados de peligros y negocios, y por eso se dijo: Beatus, qui procul negotiis.

La vieja y actual corrupción



La corrupción es tan vieja como la prostitución; En la prostitución el placer es parte del negocio, en la corrupción el placer genera un vicio, que también es negocio.
Señoras y señores:

Los peruanos sabemos que la corrupción es una REALIDAD CULTURAL, pero lamentablemente somos indiferentes ante esta realidad. La corrupción no es un fenómeno que implica únicamente a personalidades importantes, como los políticos, pero no podemos negar que en el sistema político existen focos latentes de corrupción. Es innegable que en la oscuridad del poder anida ese huevo de la corrupción. La falta de transparencia, la ausencia de controles eficientes, la falta de responsabilidad en la gestión pública, representan grandes barreras para legalidad.

En la sociedad peruana, en todos los estratos sociales, la corrupción es una práctica cotidiana, muchos de nuestros niños aprenden, desde temprana, edad que es socialmente lícito comprar y vender privilegios; que, el mérito y el esfuerzo individual no son necesarios para alcanzar objetivos de vida, pues siempre habrá alguien dispuesto a vender un beneficio fuera de los márgenes de la ley. En nuestra sociedad, se tolera pagar por agilizar un trámite o un servicio, y no se sanciona cuando un empleado público corrompe para avanzar.

Tampoco es un secreto que la corrupción ha llegado a los niveles más profundos de la educación, las denuncias, quejas y comentarios a cerca de los niveles de corrupción del sistema educativo son cotidianas, existen maestros que negocian notas, otros condicionan a sus alumnas, algunos directivos se coluden con las APAFAs y muchos no cumplen con sus función esencial de enseñar y lograr que sus alumnos aprendan.

A LO LARGO DE LA HISTORIA la corrupción peruana, ha seguido diferentes tendencias. En tiempos del gobierno militar, con los dictadores: Sánchez Cerro, Oscar Benavides y Manuel Odría, fue especialmente elevado el COHECHO es decir, el soborno.

En el período, entre las décadas de 1930 y 1980, cuando el nacionalismo económico embrujó al Perú, la corrupción estuvo muy ligada a las políticas proteccionistas.

Bajo régimen de Alberto Fujimori y su monje negro, Vladimiro Montesinos, la corrupción equivalió al cincuenta por ciento del presupuesto del Estado. Esto le ha costado al Perú la mitad de sus posibilidades de desarrollo.

En el actual gobierno el escándalo de PETRO PERU donde están involucrados Alberto Quimper, y Rómulo León, quienes pretendieron favorecer, a la petrolera noruega Discover Petroleum usando sus influencias, para que se adjudicara la explotación de cinco pozos petroleros. ellos fueron calificados por el presidente García, de” ratas “porque este acto de corrupción golpeaba a su gobierno y a su partido.

Muchos son los actos de corrupción que se han suscitado y se siguen suscitando en nuestra historia y casi todos tienen una característica en común: LA IMPUNIDAD. La gran mayoría de personajes corruptos en la historia del Perú salieron libres de polvo y paja, sin embargo ya existe un antecedente que es el megajucio del Ex Presidente , Alberto Fujimori, donde se ha llegado a condenar a un alto número de funcionarios y militares que estuvieron inmersos en estos actos de corrupción.

Pero aun Ante esta realidad, existe indiferencia, temor; no hay voces entre los políticos que hagan despertar a la sociedad, parece que el país ha perdido la capacidad de indignación, a nadie le importa que estos hechos se repitan o sigan creciendo en magnitudes alarmantes. ¿Donde están los medios de comunicación? para que traten este tipo temas y propongan medidas que permitan detener la podredumbre moral que viven casi todos los sectores de la sociedad.

Nadie es responsable de lo que pasa y así de seguro llegará el día en que nos habremos acostumbrado a convivir con la corrupción como algo natural.

Como joven que soy tengo anhelos y esperanzas y pienso que no todo está perdido porque existen entre los peruanos una reserva moral. Existen buenos maestros, buenos padres de familia, y servidores de la administración que puede hacer que esto se detenga por eso a ellos les invoco, a nombre de todos los niños y jóvenes que somos el presente y el futuro de la patria trabajemos todos unidos ante este mal que nos agobia.

Aspiro a que los estudiantes se animen a vivir en una sociedad limpia y libre, que premie el mérito y que enaltezca el respeto a la ley. Debemos revalorizar la ley como la única regla y medida del comportamiento de todos.

Compañeros y compañeras: la corrupción no es una condena histórica para los peruanos, ni destino inevitable, mucho menos parte de nuestra genética ; ciertamente es un mal que nos aflige, un flagelo que impide el desarrollo humano con equidad, pero que las soluciones institucionales parten de un compromiso personal.

Terminar con la corrupción es responsabilidad de todos, de los gobernantes, de los medios de comunicación, de las escuelas de los padres de familia
Mostremos con el ejemplo el camino de la legalidad, trabajemos por un mundo más honesto, más humano y lo más importante sin corrupción.

La incorruptible