Los historiadores más osados señalan la abogacía como una de las funciones principales de los escribas del antiguo Egipto, y hablan de las Leyes de Manú, el padre del brahamanismo, de la legislación mesopotámica de Hammurabi, de las Tablas de la Ley, recibidas por Moisés en el monte Sinaí.
Todos coinciden en un error, el de creer que el Derecho es anterior a los abogados. La verdad es que éstos inventaron el Derecho y su profesión nació prácticamente junto con el Homo sapiens. Cuando por primera vez el hombre (hasta ese momento simple mono inteligente) agarró un palo para matar el animal que había de comerse y vino otro y se lo quizo quitar, entoces el mismo homo se dio cuenta que era necario tener reglas para la supervivencia.
Uno de los aspectos más curiosos de la profesión de abogado es su nombre: proviene del latín advocatus y éste del verbo advocare, llamar, convocar, aunque es muy poco probable que en los tiempos antiguos a alguien en sus cabales se le haya ocurrido llamar a un abogado; en efecto, según nos cuenta el gran jurisconsulto romano Lucio Ecuanilio en su tratado Cachicamus pro lapa laborat, el primer abogado conocido vino sin que lo hubieran llamado.
Lo cierto es que parece ser que las sociedades primitivas sólo aplicaban la famosísima Ley del Talión, que exigía ojo por ojo, diente por diente. Para aplicar una ley tan simple, es evidente que no se necesitaba el concurso de consejero o técnico alguno, pero entonces surgieron unos caballeros que sabían arreglárselas para obtener en los pleitos unas pestañas, un ojo y hasta tres o cuatro muelas extra, y ésos fueron los abogados.
Nacen así, junto con los abogados, el Derecho Civil y el Mercantil, etc etc ect .En conclusion el derecho nace cuando existen 2 hombres.
Todos coinciden en un error, el de creer que el Derecho es anterior a los abogados. La verdad es que éstos inventaron el Derecho y su profesión nació prácticamente junto con el Homo sapiens. Cuando por primera vez el hombre (hasta ese momento simple mono inteligente) agarró un palo para matar el animal que había de comerse y vino otro y se lo quizo quitar, entoces el mismo homo se dio cuenta que era necario tener reglas para la supervivencia.
Uno de los aspectos más curiosos de la profesión de abogado es su nombre: proviene del latín advocatus y éste del verbo advocare, llamar, convocar, aunque es muy poco probable que en los tiempos antiguos a alguien en sus cabales se le haya ocurrido llamar a un abogado; en efecto, según nos cuenta el gran jurisconsulto romano Lucio Ecuanilio en su tratado Cachicamus pro lapa laborat, el primer abogado conocido vino sin que lo hubieran llamado.
Lo cierto es que parece ser que las sociedades primitivas sólo aplicaban la famosísima Ley del Talión, que exigía ojo por ojo, diente por diente. Para aplicar una ley tan simple, es evidente que no se necesitaba el concurso de consejero o técnico alguno, pero entonces surgieron unos caballeros que sabían arreglárselas para obtener en los pleitos unas pestañas, un ojo y hasta tres o cuatro muelas extra, y ésos fueron los abogados.
Nacen así, junto con los abogados, el Derecho Civil y el Mercantil, etc etc ect .En conclusion el derecho nace cuando existen 2 hombres.